Dada la sequía de otoño – invierno, vivida en muchas zonas del país, y el atraso en la llegada de la primavera, algunos rodeos de cría están terminando sus pariciones con condiciones corporales malas, que pueden tener como impacto una disminución en el porcentaje de preñez si no se toman medidas de manejo que mejoren este indicador.
Para ello, les mostramos los resultados económicos posibles de obtener en cada escenario (80% vs 60% de preñez) con una cría que vende sus terneros y excedentes de terneras con 140 kgs, entora con 2 años de edad y tiene diferente estrategia en la venta de la vaca:
Del cuadro podemos concluir:
– Existe un impacto positivo por invernar la vaca a campo en los sistemas de cría a campo natural en caso que ello sea posible para las actuales relaciones de precio.
– Hay una disminución de 20 U$S/ha en el ingreso por bajar la preñez de 80% a 60% lo que implica una pérdida de 1 U$S por punto porcentual perdido en la preñez.
También podemos observar en primer lugar que, ante los precios actuales y realizando las cosas muy bien obtenemos un ingreso de capital relativamente bajo que consolida los resultados obtenidos por dichos sistemas en el ejercicio 14/15 (Plan agropecuario, Fucrea). Esto sin duda sería una mala noticia para el sector ya que sería el segundo año con resultados muy por debajo (-30%) de lo que se venía obteniendo en años anteriores. A su vez, este nivel de ingresos dista mucho de los valores de renta que el mercado ha estado pagando ,lo que puede marcar el nivel de ajuste que se necesita para ser viable este negocio en campo ajeno.
Por otro lado, ubicarse en estos niveles de ingresos hace que las empresas ante el mínimo problema climático o de precios, los ingresos queden muy cercanos a la línea de supervivencia de las empresas para generar retiros familiares/empresariales y re-inversiones.
En caso que los malos indicadores reproductivos se consoliden, puede ser este otoño, por el alto número de vacas de cría que dispone el país un momento con sobre oferta en las vacas de invernada, que coincidiría en un momento del año en el que la industria en los últimos dos años ha pagado poco por la vaca gorda, distanciándola de las relaciones de precio con el novillo gordo. Esto trae aparejado una posible disminución en el precio de la vaca de invernada más agravada respecto a años anteriores.
También considerando una mala preñez en este entore 15/16 podemos generar menor oferta de terneros a ser destetados en el otoño 2017 para una demanda que sería superior si se consolida el área de pasturas que se instala luego de la salida de la agricultura.
Otros efectos que tendría este año es la preñez tardía del ganado luego de mejorar su condición corporal, lo que trae el problema en caso que el destete se realice a fecha fija de tener menor peso al destete. El impacto sería de una pérdida de 2,5 U$S/ha en el ingreso cada 10 kgs de pérdida en el peso al destete. Además, las terneras de reposición comienzan su recría con menor peso para llegar a edad de entore, lo cual puede traer aparejado algún costo adicional al sistema (suplemento) para recuperar los kgs perdidos al destete y llegar a entorar a los 2 años de edad.
Consideraciones finales:
– Cada empresa deberá analizar el porcentaje de vacas en mal estado y primíparas que justifiquen una medida de manejo que levante la preñez y mejore el resultado económico.
– La diferencia de ingresos a lograr parecería que paga medidas de manejo como el destete precoz, IATF para adelantar y concentrar celos, realizar actividad ovárica, etc.
Fuente: por Por Diego Varalla, Rurales El País
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