Especialistas del Ipcva, Aacrea, Inta, Conicet y asesores privados se dieron cita en un seminario ganadero que se llevó a cabo el 5 de noviembre en Tucumán. Quedó claro que en el contexto de un mundo cada vez más demandante, las políticas para el sector por parte del próximo gobierno serán centrales para el robustecimiento de la ganadería y la producción de carne.
La Sociedad Rural de Tucumán se convirtió el pasado 5 de noviembre de 2015 en la caja de resonancia de la ganadería argentina ya que allí se dieron cita especialistas de distintos ámbitos convocados por el Ipcva en el marco de un nuevo seminario ganadero.
Más de dos centenares de productores de la región participaron activamente en las disertaciones a cargo de especialistas del Instituto, el Inta, Aacrea, el Conicet y asesores privados. En tanto, otros seiscientos cibernautas siguieron el encuentro en vivo y en directo por internet.
En la parte medular del seminario, los consejeros del Ipcva, Dardo Chiesa (producción) y Jorge Torelli (industria), expusieron sobre diversos aspectos referidos a las perspectivas para la carne argentina en el mercado local e internacional en el contexto de un mundo demandante de proteínas rojas y ante un cambio de gestión de gobierno.
Al comenzar su análisis, Chiesa recordó que el país perdió más de 10 millones de cabezas de ganado bovino en la última década aunque fue optimista al remarcar que actualmente la faena de hembras bajó al 41 por ciento: “Esto es bueno, porque demuestra que el productor comienza a retener vientres y se robustece la fábrica de terneros”.
Frente al nuevo escenario político, según Chiesa, hay que mirar atentamente todos los indicadores para determinar cuáles son los dos o tres puntos por donde tienen que pasar los reclamos del sector porque “estamos en un momento en que va a cambiar el gobierno y se deben modificar las reglas de juego”.
De acuerdo al disertante, algunas de las medidas para apoyar la recomposición ganadera deberían estar relacionadas con una actualización del tipo de cambio, la salida del cepo cambiario y la eliminación de las retenciones a la exportación de carne.
“Es importante tener en claro lo que somos para poder valorar lo que hay que hacer en materia de ganadería en el país para los tiempos que se avecinan y sobre todo frente a las nuevas posibilidades que ofrecen mercados como por ejemplo los de Estados Unidos y Canadá”, aseguró Chiesa.
Asimismo, anticipó que se espera una expansión del consumo de carnes del 12% para la próxima década, de acuerdo a datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda por sus siglas), que en números representa nada menos que 2,2 millones de toneladas.
No obstante, a pesar de las buenas perspectivas que ofrece el negocio, la ganadería argentina está condicionada actualmente por la falta de competitividad del dólar y otros factores, como por ejemplo el petróleo. “En el caso del dólar todos los países acomodaron su moneda, como lo hizo Brasil, y la Argentina está fuera de precio, sumado al cepo y las retenciones que nos quitan del mercado”, aseguró. Respecto del petróleo, el especialista aseguró que el precio internacional del barril pasó de casi 100 dólares a poco más de 40 o 42 dólares, pero en la Argentina el costo de las naftas y del gasoil no bajaron porque hay un convenio entre las provincias, la Nación y las productoras para garantizar el precio del barril a 77 dólares. Por eso, según sus palabras, “hay que hablar de estos temas con las nuevas autoridades porque como productores o consumidores no podemos soportar ese esquema por el impacto que tiene sobre los costos”.
“Cada vez que hubo un dólar fuerte, los commodities tuvieron precios débiles y cuando el dólar se debilitó, los comoditties se fortalecieron. Hoy estamos en una economía con dólar fuerte, mientras que la producción tiene valores a la baja”, graficó para agregar que “en forma paralela, las carnes mantienen con comportamiento totalmente distinto de lo que pasa con el resto de las materias primas y en el campo aparecen planteos ganaderos con márgenes brutos muy superiores a los que deja la agricultura y con índices mínimos de riesgos productivos”.
100 millones de toneladas
Desde la industria, Jorge Torelli planteó su visión del panorama mundial de la carne y advirtió que en 2050 será necesario producir 100 millones de toneladas de carne bovina para abastecer la demanda mundial de 9 mil millones de habitantes.
“No todos van a comer carne, pero una pequeña parte de esa población sí lo va a hacer, que en valores absolutos es un gran número, y la demanda va a superar ampliamente a la oferta. Al ocurrir esto vamos a ver mucha tensión y volatilidad en los precios de la carne en los mercados internacionales y también en la Argentina, que integrada al mundo no podrá escapar a ese escenario. “No obstante, aunque para muchos observadores tener un mercado interno que consuma un altísimo porcentaje de la producción de carne es una debilidad, nosotros creemos que es muy importante”, aseguró. “Por eso, debemos asegurarle a ese consumidor interno una serie de cuestiones, por ejemplo que tenga el suficiente poder adquisitivo para que pueda hacer frente a las subas que podrían ocurrir, porque ese nuevo escenario va a beneficiar a la cadena de ganados y carnes y si crece y se robustece la cadena generará a la vez muchísimos puestos de trabajo y además ingresarán divisas que serán fundamentales para en próximo gobierno”, evaluó.
Para el industrial, entonces, el desafío es “ser ingeniosos para que la población argentina siga consumiendo como históricamente lo ha hecho”.
Por otra parte, planteó la necesidad de “pensar para adelante” porque “toda decisión que se tome hoy recién dará sus frutos en tres o cuatro años”.
“Los gobiernos deben aplicar políticas de Estado que se mantengan en el tiempo”, reclamó, y puso como ejemplo a Brasil, cuyo desarrollo explosivo en el mercado mundial de carnes comenzó en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso y siguió con el de Lula. Tras resaltar el potencial para producir alimentos de Sudamérica, Torelli se mostró confiado en que llegue el día en que la mayor parte de los granos se conviertan en carne. “No puede ser que nuestros granos viajen miles de kilómetros para terminar engordando animales de otros países”, concluyó.
Terminar con el “ternericidio”
Por su parte, el flamante presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), Ulises Forte, advirtió sobre la necesidad de terminar el “ternericidio” y confió en la posibilidad de que la nueva gestión de gobierno propicie incentivos impositivos y políticas crediticias para aumentar el peso de faena de los animales.
“En 2016 hay que profundizar el trabajo del Instituto, lograr una mayor productividad de carne en el país y “recuperar mercados y confianza”, aseguró.
“Tenemos que concientizar a la población de que un novillo de 420 kilos es tan tierno y muchísimo más sabroso que la ternera de 300 kilos que se está faenando”, añadió.
El nuevo titular del Ipcva aseguró que una de las primeras metas para el 2016 será poder cumplir en su totalidad con la Cuota Hilton, obtener buena parte de la Cuota 481, comenzar a exportar a Estados Unidos y Canadá, abrir nuevos mercados, como Vietnam, y aumentar los envíos a China ya que “la imagen de la carne argentina en el mundo está intacta”.
Asimismo, se mostró en favor de avanzar con una “modernización del sistema de tipificación” y consignó la necesidad de encarar “una nueva etapa de diálogo y de búsqueda de consensos para, junto al Estado, terminar con las dicotomías y antinomias dentro y fuera de la cadena”.
En el NOA
Por su parte, refiriéndose al impulso de la ganadería en el NOA, José Lizzi (Aacrea) señaló que “primero tenemos que entender cuáles son los factores que atentan contra la sustentabilidad y rentabilidad del negocio” para remarcar que “creo que básicamente el principal es la variabilidad climática, para lo cual estamos proponiendo aprovechar al contexto actual donde hay mucho interés en la ganadería, impulsado además por un bajo precio de los granos y un alto costo de los fletes”. Esto hace “que haya mucho grano disponible y una demanda de terneros para engordar que también ayuda al precio”, aseguró.
Frente a esta alternativa “los productores en el norte que en un 97 por ciento son criadores tienen que pasar a una ganadería más integrada que contemple la recría y la terminación, darle más flexibilidad a los sistemas para mitigar un poco la variabilidad climática y de esa manera aprovechar el excedente de granos potenciando tanto los sistemas ganaderos como el agrícola”, lo cual permitiría “producir más carne y agregar más valor en origen, que es lo estamos impulsando ahora”, destacó.
El seminario de Tucumán, cuyo slogan fue “Ganadería y compromiso, diagnóstico y propuestas para el crecimiento de la ganadería en el NOA”, también contó con las exposiciones de Carlos Carranza, de la Estación Forestal Inta Villa Dolores (“Manejo de Bosque Nativo con Ganadería Integrada (Mbgi)”, el asesor privado Oscar Melo (“Nutrición y fertilidad en rodeos de cría”, y Gerardo Leotta, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet (“Avances en la implementación del Programa Carnicerías Saludables en diferentes regiones del país”).
Además de los mencionados, también participó el ex presidente del Ipcva, Gonzalo Álvarez Maldonado. “Dejé un instituto muy consolidado”, aseguró a los periodistas el dirigente entrerriano que días atrás finalizó su segundo mandato al frente del Ipcva.
Fuente: AIM – Agromeat
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