La premisa -al margen de los paliativos previstos para reparar los daños puntuales producidos por las lluvias- es que el financiamiento a los productores no encarezca por demás la operatoria, para lo cual se debería superar al mecanismo del «warrant», utilizado para el comercio de granos.
«Tenemos que ver qué herramienta encontramos o implementar alguna, pero que sea barata«, reconoció el subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, en declaraciones al sitio de internet Valor Carne, especializado en el sector.
Con respecto a la fuerte suba de precios al consumidor desde fines de 2015, Troncoso dijo que «sabíamos que iba a aumentar lo que aumentó», ya que luego de las primeras medidas del gobierno se unieron «el retraso que la ganadería tenía en todo sentido y el efecto de la estacionalidad».
El subsecretario anticipó que se prevén «cuatro años de stock reducido, aunque en recuperación», que redundarán en «una reducción de la oferta de carne durante ese período«.
Por eso, señaló, «la visión del gobierno es seguir de cerca el nivel de consumo total de proteínas animales» mediante el monitoreo de una canasta integrada por carne vacuna, aviar, porcina, ovina y pescado.
«El argentino tiene que tener estos productos a distintos valores y en algún momento va a aumentar la disponibilidad de uno por sobre otro, según la estacionalidad y la oferta y demanda mundial. Eso nos va a dar más estabilidad para poder sostener el desarrollo de todos los rubros», aseguró.
El funcionario afirmó que el primer incentivo para la recomposición de la actividad «es el propio mercado, ya que la exportación en algún momento empezará a traccionar por ese tipo demateria prima«.
Tras el cambio en las políticas macroeconómicas y sectoriales, y en el nuevo esquema de precios relativos de invernada, gordo y maíz, «el ternero liviano ya no es para cualquiera; ahora, recriar es fundamental«, definió.
Para eso en el Ministerio de Agroindustria analizan vías para respaldar el esfuerzo de seis o siete meses que deberán hacer los ganaderos.
«Más allá de lo que podemos dar a tasa subsidiada -admitió Troncoso- lo que nos desvela es que la Argentina cuenta con 50 millones de cabezas, que a un promedio de 700 dólares significa un capital de 35 mil millones«.
Esa cifra «es mayor que las reservas del Banco Central, pero la hacienda no es sujeto de crédito, ya que no se toma como garantía».
«Si poner el capital en garantía me significan 6 o 7 puntos más de tasa de interés, no sirve», subrayó el subsecretario.
Troncoso resaltó además que otro objetivo gubernamental es avanzar en la apertura internacional: «Cada mercado que abramos es una oportunidad».
«Claramente, no tenemos materia prima para abastecer todo; la idea es que la industria exportadora pueda colocar cada corte en el destino que más paga, para integrar mejor la res y trasladar beneficios a los productores«, remarcó el funcionario.
Evaluó luego que diversificar mercados ayudará al crecimiento en todas las regiones productivas, aprovechando las capacidades de cada una.
Según Troncoso, la Argentina debe ser «el supermercado de las carnes, generando diferentes tipos de productos», y ya «con el hecho de poder usar grano, pasto con suplementación, o solo pasto, hay tres modelos diferentes y hay mercados para cada uno».
Con todo, detalló el funcionario, «hay regiones en las que se ha invertido un montón en forrajes yotras en las que esto no ocurrió«, de manera que «como Estado, podemos conversar con las empresas y conseguir fondos para desarrollarlas«.
«En el Norte la diferencia se hizo con pasturas adaptadas a la zona y razas sintéticas; esquemas de ese tipo hay que replicarlos en todos lados», concluyó Troncoso.
Fuente: Agrofy News
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