Durante el año que pasó, el mercado de maquinaria agrícola estuvo dominada por varios factores: un buen primer semestre frente a los buenos precios internacionales de los granos y una oferta de créditos con buenas tasas de interés en pesos (subsidiados por la banca pública y privada). Esto posibilitó que se movieran negocios de tractores, pulverizadoras autopropulsadas y cosechadoras, cabezales maiceros y draper sojeros/trigueros, con valores similares a los de 2013 en unidades.
En todos los casos, los equipos vendidos fueron de mayor tamaño y potencia, con mayor adopción de equipamiento electrónico en autopropulsados (autoguía satelital), lo que provocó que la inversión dolarizada se incremente en esos primeros seis meses respecto de 2013.
Pecuarios
Otro rubro que experimentó un incremento de la inversión dolarizada durante los primeros seis primeros meses respecto de los del año anterior fue el de equipos de forrajes, principalmente por una mayor demanda de segadoras.
Frente a la tendencia de aumento de las actividades pecuarias aparecen en 2014 mayores inversiones en equipos no convencionales, como fertilizadoras al voleo de doble uso (fertilizante/estiércol) y estercoleros de líquido y sólido.
Los acoplados tolvas autodescargables crecieron significativamente en toneladas y sistema de rodados, lo cual originó menos ventas en unidades e igual monto de inversión que en 2013, al menos en el primer semestre; algunas fábricas elevaron sus ventas incorporando innovadoras tolvas semilleras.
La devaluación de enero 2014 mejoró la competitividad cambiaria y las exportaciones se reactivaron inmediatamente. Luego, con el correr del año, esas ventajas cambiarias se fueron diluyendo en el segundo semestre.
En el segundo semestre de 2014, la caída muy pronunciada de los precios de los granos y el aumento de la incidencia de los fletes por aumento del combustible en el país, redujo significativamente los márgenes de ganancias de los productores primarios alejados de los puertos y, por ende, la capacidad y motivación de compra de los productores se resintió.
En general, más del 80 por ciento de las ventas de máquinas en el segundo semestre se produjeron con diferentes planes de financiación en pesos con tasas convenientes de bancos privados, bancos de diferentes provincias y principalmente del Banco Nación. Estos permitieron operaciones de todo tipo de máquinas agrícolas y llegar a terminar el año sin despidos en las fábricas, aunque se observan largas vacaciones de enero y febrero, y algunas preocupaciones, lo cual requeriría alguna ocupación de las cámaras del sector.
Lo positivo es que la cosecha 2014/15 comenzó con un incremento en el volumen producido de trigo y una excelente condición de cultivo de grano grueso a nivel general del país, pronosticando superar los 55 millones de toneladas de soja en la presente campaña y una producción total de granos que promete ser récord y esto pueden movilizar ventas de equipos.
Oportunidades
En el segundo semestre de 2014, la caída de los precios de granos y la incidencia relativa del flete a más de 300 kilómetros del puerto dejaron a las producciones pecuarias con buenos márgenes al disponer de una rebaja en los alimentos en origen de hasta el 40 por ciento del valor.
De manera instantánea y, en la medida de las posibilidades económicas y biológicas, los productores comenzaron a llenar los feedlots cargando más kilos por animal en terminación; eso también produjo un leve aumento en las ventas de equipos de forraje como palas, mixers, embolsadoras, extractoras, estercoleros. Pero este resurgimiento de las ventas de equipos de forraje se espera que alcanzará su plena concreción este año, al menos es lo que pronostican varios analistas.
Facturación
A nivel general, se observa que la caída de las ventas de unidades vendidas en los distintos rubros durante 2014 representa un número prorrateado mayor al 16 por ciento, pero el número se explica con la aparición de nuevos rubros que compensaron ese valor.
En conclusión, el mercado de máquinas nacionales se habría ubicado en los 1.380 millones de dólares, esto es un ocho por ciento menos de inversión en dólares respecto de 2013, con una caída en la venta de unidades del orden del 16 por ciento, lo cual indica que las máquinas vendidas por mayor tamaño, mayor equipamiento tecnológico e inflación en dólares tuvieron un ocho por ciento de incremento promedio por unidad.
Estos números se los puede considerar como buenos ya que internacionalmente las inversiones en maquinaria agrícola se han caído en forma importante luego de la caída de los precios de las commodities (granos, harina, aceite y leche en polvo).
Crédito vigente
A la vez, es importante aclarar que los créditos del Banco Nación para la compra de maquinaría agrícola están vigentes para todos los productores, independientemente de los granos de soja que dispongan almacenados sin vender.
Las exportaciones en 2014 lograron facturaciones que superaron los 260/300 millones de dólares y en las empresas con tradición exportadora el porcentaje del mercado externo supero el 40 por ciento de su facturación.
El sector de la maquinaria agrícola y agropartes merece una rápida diversificación y una internacionalización en todos sus aspectos; estos cambios evolutivos le permitirá crecer sustentablemente.
La Argentina se está reconvirtiendo de país agroexportador de materias primas a país manufacturero y productor de alimentos de consumo humano directo. Eso requiere de una cantidad de equipamiento que hoy se importa y que se debería fabricar en el país. En esos rubros (maquinaria de procesos agroalimentarios) existe una balanza comercial negativa de 600 millones de dólares. Y cada millón de dólares en máquinas representan unos 65 puestos de trabajo genuinos entre directos e indirectos.
Tendencias
En el mercado nacional, y en algunos casos el internacional, las principales tendencias en mecanización agrícola contienen las siguientes características.
Mayor tamaño, potencia y capacidad operativa en todas las máquinas autopropulsadas, cosechadoras, pulverizadoras y tractores demandados por el área pampeana núcleo y contratistas.
Automatismo electrónico (autoguía satelital), monitoreo de funciones, conexión vía Web y otros sistemas a una plataforma de captura y proceso de datos web.
* Mayor cumplimiento de normas de polución en todos los motores; aunque todavía en la Argentina no se determinan exigencias de normas para la producción agropecuaria, está en estudio hacerlo en el corto plazo (exigencias internacionales lo ponen como necesidad si queremos ser un país de producción limpia).
Mayor respeto y cuidado de los sistemas de traslado en trabajo; reducción de las huellas y compactaciones por parte de tractores, acoplados, cosechadoras y pulverizadoras autopropulsadas; también ya eso se tiene en cuenta en estercoleros de sólido y líquido.
Sistemas de banda de caucho tipo orugas en 2013/14; si bien es sólo una tendencia ya fue necesarios importar y es casi prioritario comenzarlos a fabricar estos kit en el país.
Neumáticos radiales con carcasa de alta deformación, capaces de soportar altas cargas con baja presión de inflado.
Sistemas de control de presión de inflado de neumáticos regulados automáticamente de acuerdo a las exigencias del neumático y la condición de trabajo o transporte.
Resumen de un informe del autor, ingeniero agrónomo del Inta Manfredi, con la colaboración de Federico Sánchez, Fernando Ustarroz, Gastón Urrets Zavalía, Lucas Cuevas y María Elena Eugeni.
Publicado el 23 de enero de 2015 FUENTE: La Voz