Expoagro. Una de las vedettes de esta edición son estos pequeños aviones y helicópteros, que llegan al agro argentino para potenciar a la agricultura de precisión.
Sin duda, una de las principales atracciones de este año en Expoagro está en el cielo. No se trata de las nubes ni del sol, sino de los drones, que con mucha altura hicieron su presentación en la expo, con muestras dinámicas incluidas, y prometen revolucionar la agricultura de precisión en los próximos años. Con variedad de modelos y múltiples aplicaciones, los vehículos voladores comandados a distancia llegaron para quedarse.
Uno de los pioneros en la materia es Agustín Beltrame, quién con su socio Cristian de la Torre fundó la empresa RCOnline. Antes de llegar al predio de Expoagro, Beltrame pasó por la autopista Santa Fe-Rosario, cortada por las inundaciones, para filmar el desastre desde el aire. Las imágenes se pueden observar en el sitio web de Clarín. “Sin duda, el campo es uno de los sectores que más podría aprovechar esta tecnología durante los próximos años”, dice.
Oscar Fuaz, de la firma NATD, explica que al dron se le carga previamente un plano con coordenadas y luego se recoge información con fotos georreferenciadas. Esto permite, por ejemplo, ver las manchas en el lote e identificar la presencia de plagas más temprano para actuar a tiempo y de manera focalizada, con mayor precisión. Los equipos permiten realizar vuelos altos y vuelos más bajos, incluso por dentro de los surcos, para observar de cerca los cultivos.
“Las empresas más grandes ya están empezando a usar los drones, pero aun de manera experimental, probando su utilidad. Pero en las próximas campañas ayudarán mucho en la toma de decisiones”, dice Fuaz, y añade que el objetivo es llegar a una precisión en las imágenes que permita individualizar cada planta del lote, para poder luego hacer tratamientos específicos. “Incluso se podría hacer aplicaciones de productos con un dron en zonas pequeñas, y permitiría llegar con más velocidad a lugares complicados”, comenta Fuaz.
El costo de los equipos va de los 3.000 a los 30.000 dólares, dependiendo de la autonomía, de la distancia que se quiera recorrer, de la precisión del GPS o de la calidad de las imágenes, entre otras variables. “Hoy, por ejemplo, existe tecnología disponible para dirigir un dron a una distancia de 1600 kilómetros, pero el promedio de lo que se usa son 1500 metros”, explica Fuaz. La carga se realiza mediante baterías de litio polímero, que aun tienen poca autonomía y permiten un máximo de 25 minutos de uso.
Juan Carlos Bachiochi, de la firma AMDrones, explica que una de las aplicaciones más interesantes de los drones es la realización de fotografías multiespectrales. “Esto permite ver más allá de lo que los ojos ven a partir del infrarrojo. En muy poco tiempo, podemos sobrevolar un lote y obtener una imagen que con diferentes colores refleja los niveles de fotosíntesis de las plantas, lo cual es sinónimo de sanidad”, dice. Bachiochi cuenta con un campo en el centro de Santa Fe donde prueba esta herramienta con sus propios cultivos. “Nuestro objetivo es que la información generada sea realmente útil para todos”, afirma.
Hasta hace poco, todo esto parecía ciencia ficción, pero hoy es una realidad.
Publicado el 6 de marzo de 2015 FUENTE: Clarín