La exportación de vacas gordas uruguayas con destino a faena en Brasil ya es una realidad y hoy cruza la frontera el segundo embarque con destino a un frigorífico de Rio Grande do Sul, en el marco de un negocio, en principio, por 1.000 cabezas.
La empresa Dremsol S.A. realizó la compra en forma rápida, completando el volumen de embarque durante dos semanas. Fuentes de la empresa dijeron a El País que el negocio abarca unas 200 vacas, en un aproximado de envío de cinco camiones y hasta ahora la única limitante es la falta de camiones habilitados para el transporte de ganado internacional.
La meta es que si el mercado de haciendas en Uruguay se estabiliza y el tipo de cambio permite que se sigan concretando negocios, se podría aumentar hasta el triple de lo programado. El sur de Brasil muestra una falta importante de ganado gordo debido a la sequía que padeció y las haciendas procedentes de Mato Grosso se encarecieron bastante, abriendo la opción de que los frigoríficos brasileños compren ganado gordo en Uruguay, pues manejan en el mercado las mismas razas británicas y tienen a sus consumidores acostumbrados a esa calidad de carne.
El precio de este primer negocio ronda US$ 1,25 por kilo en primera balanza por vacas pesadas libres de preñez. Mientras tanto se hacen gestiones para concretar una nueva habilitación que permita duplicar o triplicar el volumen a exportar, según supo El País.
“En momentos en que no hay mucho ganado gordo, ni novillos, ni vacas, toda demanda agregada en el mercado influye para valorizar los precios y de hecho la hacienda tuvo una valorización importante en la última semana”, aseguró Gabriel Capurro a El País , representante de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Para Capurro esa valorización del ganado gordo “está demostrando que la oferta es escasa y la demanda está más activa. En la medida que haya demanda agregada va a influir en una valorización más rápida de los ganados”, afirmó.
A su vez, el delegado de la ARU en INAC consideró que es muy importante este negocio con vacas gordas concretado con la industria cárnica brasileña, porque “es una categoría que en Uruguay se había desvalorizado mucho y la salida influirá para que vuelva a retomar valores más cercanos a los novillo gordo”.
La exportación de ganado en pie, ya sean terneros livianos para engorde y faena en destino, así como ganado gordo directo para la industria, “ha sido un seguro que los productores siempre han reclamado y que influye en forma importante cuando tenemos caída de precios como las que hubo previo a este momento de la recuperación”, explicó Capurro.
La exportación en pie le posibilita al productor “la posibilidad de defender el negocio ganadero cuando hay caídas importantes de precios, como las que se venían dando en el mercado de ganado gordo en semanas anteriores”, agregó.
Es importante también la oportunidad de poder sacar vacas antes del invierno, pues es habitual que el productor engorde las vacas que fallaron en los servicios y las envíe a faena, pues le ayudan a hacer caja.
La pizarra de la Asociación de Consignatarios de Ganado abrió la semana cotizando la vaca gorda a precios de entre US$ 1,19 y US$ 1,20 en pie, mientras que a la carne cotiza a entre US$ 2,41 y US$ 2,46 por kilo, en el marco de un mercado local donde la puja por ganado gordo permiten mejorar los valores y hacer más negocios.
Mientras tanto también está firme la exportación de terneros en pie hacia Turquía, hacia donde saldrán, en el próximo mes y medio, unos 50.000 vacunos, según confirmó el director de la División Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Federico Fernández. A eso hay que sumarle el interés de China por ganado para faena, donde Uruguay puede exportar en el marco de los protocolos sanitarios ya vigentes.
Fuente: Pablo Antúnez. El País Rurales.
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