Los 14.950.000 de dosis inmunizantes contra la fiebre aftosa que se usarán a partir del próximo 1° de febrero y durante todo el mes para vacunar a todo el rodeo bovino uruguayo compuesto por 11.869.674 cabezas, ya están en las regionales departamentales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para ser distribuidas.
La ganadería uruguaya prepara su máximo esfuerzo para mantener alejada la enfermedad y continuar disfrutando del status de país de libre de fiebre aftosa con vacuna, que permitió a Uruguay mantener los más selectos mercados para la carne bovina y para las exportaciones de ganado en pie. Mantener una estricta vacunación de todo el rodeo y una activa vigilancia de las sospechas, representa seguir ganando valor en la carne uruguaya y el ganado en pie que sale del Uruguay, por eso no debe quedar ni un solo animal sin ser vacunado.
Según confirmó a El País el director de la División Campo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Echegaray, a partir de febrero se comenzará a demandar la Planilla de Contralor Interno, la que deberá ser presentada junto con la Declaración Jurada 2015 y una heladerita con refrigerante o hielo al momento de levantar las dosis de las regionales, para poder mantener la cadena de frío.
A su vez, Echegaray exhortó a los productores a mantener al máximo la cadena de frío frente al calor, pidió mover los animales con calma y sin estrés y llevar a las mangas la cantidad de vacuna justa para inmunizar la tropa que se movilice; mientras tanto se mantiene guardado el resto en la heladera.
Como ya es habitual, durante los primeros 15 días no se registrarán remates ni ferias ganaderas. Recién se podrá mover ganado con cualquier destino a partir del 16 de febrero pero deberán tener 15 días de inmunizados contra la aftosa.
Cabe recordar que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca decidió —el año pasado— modificar el calendario anual de vacunación contra la fiebre aftosa que se venía aplicando desde 2001. En aquel año, la reaparición de la enfermedad sacudió a todo el país y registró más de 2.020 focos de aftosa, dejando a Uruguay sin mercados para su carne y los animales en pie; en paralelo, más de 10.500 operarios del sector cárnico —en ese momento— quedaron temporalmente sin trabajo.
La reciente modificación implicó la eliminación de la vacunación de los terneros que se aplicaba en noviembre de cada año, dejando sólo dos períodos: febrero para todo el rodeo y mayo para los menores de dos años. Dejar de vacunar los terneros en noviembre de cada año representa un ahorro de US$ 2 millones, monto que será destinado a la capacitación de médicos veterinarios y productores, de forma de tener más aceitada la vigilancia y atender más rápidamente cualquier animal sospechoso.
Fuente: por Pablo Antúnez, Diario El País Rurales
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