Los precios del ganado gordo siguen firmes y continúan al alza, de la mano de la escasez de oferta y de la presión de los grupos kösher, que están procesando carne con destino a Israel en gran parte de la industria.
Crecen los rumores en el mercado de negocios con novillos gordos especiales concretados a US$ 4 por kilo de carne e incluso se dice que alguna planta está pagando por arriba de ese valor.
En los hechos, El País supo de un negocio concreto del Escritorio Rúben F. Cánepa en Salto a US$ 3,95 por kilo de carne. Se trató de un lote de 150 novillos de cuatro a seis dientes de unos 520 kilos que estaban preparados para el cupo cárnico de alta calidad de la Unión Europea, destinado a ganados terminados a ración durante los últimos 100 días (cuota 481). Los animales no pudieron entrar dentro del cupo por haberse pasado de edad.
Por este ganado, hubo una fuerte competencia de algunas plantas dedicadas al abasto interno que no están dejando pasar ningún lote y salen a pagarlos si hace falta. Según dijo Cánepa a El País, en el Norte, donde la situación climática es diferente, porque las lluvias motivaron que los verdeos rebrotaran antes que en el sur y por consiguiente, el ganado se terminó de engordar antes, llegar a US$ 3,90 por kilo de carne «es corriente».
El consignatario salteño aseguró a El País que «muy pocos son los productores que pueden aprovechar estos precios. Fueron muy pocos los que invirtieron en verdeos cuando en marzo el novillo gordo valía US$ 3,10 o US$ 3,20 por kilo de carne, mientras que la vaca gorda se pagaba a US$ 2,70 o US$ 2,80 por kilo de carne. «Con esos precios nadie invertía», aseguró Cánepa.
Por su parte, el consignatario Alejandro Dutra también aseguró a El País que se llega más fácil hoy a US$ 3,90 por kilo de carne para novillos gordos procedentes de verdeos.
Dutra sostuvo que el mercado ganadero cierra la semana con mucha firmeza, con «una industria que está comprada por siete días, tal vez algún día más». El consignatario reconoció que apareció, aunque no mucho, «algún ganado más que la gente tenía apretado».
Mientras tanto, prácticamente en todo el país, las lluvias le siguen dando un mejor poder negociador a los productores, principalmente a los que tienen verdeos y están pudiendo pastorearlos.
Claves:
La consultora APEO aseguró que en estas semanas de julio y agosto se viven momentos muy coyunturales en cuanto a las relaciones de precios de la hacienda gorda y las categorías de reposición. Desde 1997 al 2013 hubo una alta correlación entre el valor de la tonelada de carne bovina exportada y el novillo gordo que la industria le paga al productor, pero según la consultora, desde la última fecha citada, la industria tuvo conductas que no se ajustan con su comportamiento histórico.
Tal es así que a iguales valores de la tonelada exportada (por ejemplo US$ 3.800) el precio del novillo gordo varió entre US$ 3,30 y US$ 3,70 por kilo.
La consultora reconoció que en estas últimas semanas los frigoríficos están pagando el ganado gordo por encima de la referencia y la reposición también se ajustó a esta situación. La industria está pagando 6% por encima de la referencia en un marco desfavorable para conseguir hacienda gorda —está en el mercado la falta de ganado y la presión de las cuadrillas de rabinos que faenan para Israel— y en base a este novillo gordo el ternero en julio debería valer por relaciones históricas US$ 2,29 por kilo, es decir que el invernador no le traslada al criador US$ 0,18 por kilo respecto a las relaciones históricas.
Región:
Por otro lado, a nivel regional, según publicó Faxcarne, continúa ampliándose la brecha en el precio del novillo en la región. Mientras los precios de la hacienda en Uruguay, Argentina y Paraguay suben, de la mano de una oferta escasa por razones zafrales, en Brasil se hunden cada semana. El valor promedio de los novillos en los principales estados exportadores de Brasil bajó US$ 0,9 y quedó en a US$ 2,54 el kilo carcasa, el menor nivel desde julio de 2009, más de seis años atrás.
Fuente: El Observador