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Descubra cómo el campo colombiano está adoptando la tecnología

¿Sabía usted que la leche que se tomó al desayuno, la lechuga con la que preparó su ensalada o las flores que adornan su mesa de noche pudieron estar conectadas a internet? Por más ilógico que parezca, esta creciente tendencia mundial, denominada el internet de los alimentos, también se está volviendo realidad en Colombia.

 

El creciente ecosistema de dispositivos conectados a la red y que se comunican entre sí de manera autónoma está siendo usado para mejorar las condiciones de sectores como el agrícola. Si bien el propósito de poner a trabajar la tecnología en favor del agro redunda en una mayor productividad para los empresarios, los beneficios de esta alianza van más allá de lo monetario.

Los beneficios de la tecnología y el agro son sociales, de productividad y medioambientales. Si tecnificamos el campo y lo vemos como una empresa, estamos evitando la migración de los campesinos. Esto es un aporte social, el campesino no tiene nada que envidiarle a un industrial de la ciudad”, asegura Luis Eduardo Ortiz, chief executive officer (CEO) de FarmApp.

 

Este emprendimiento colombiano usa tecnología satelital, sensores de viento, luminosidad o humedad, entre muchos otros, para mejorar la productividad de miles de hectáreas de cultivos del sector floricultor en el país.

 

Con herramientas como el internet de las cosas y big data (recolección y análisis de vastas bases de datos),puede detectar de manera temprana la aparición de plagas, pronosticar las condiciones climáticas que afrontará el cultivo y determinar los momentos de mayor fertilidad de la tierra.

 

Toda esta información es transmitida en tiempo real a los agricultores, que mediante una aplicación móvil reciben las alertas que les permiten poner en marcha sus planes de riego o fumigación de forma más efectiva, usando los insumos necesarios y evitando el desperdicio de recursos hídricos. “Todos esos datos permiten ser mucho más precisos en la toma de decisiones”, concluye Ortiz.

 

Sin embargo, las flores no son las únicas que están en la onda de internet por estos días. La industria láctea también ha encontrado en la tecnología una herramienta para mejorar la producción de leche al incrementar el número de vacas fertilizadas.

 

Para esto se están insertando microchips en las colas de las vacas, los cuales se comunican de forma automática con módems inalámbricos que son amarrados en los toros probadores. “Creamos una solución que envía un mensaje de texto al ganadero en el momento en el que se detecta que una de las vacas está en celo”, explica Carlos Robayo, experto en el sector ganadero y quien trabaja con la empresa Claro en el desarrollo de esta tecnología.

 

Este detector de celo reduce las posibilidades de que se pierdan periodos fértiles en las vacas, lo que se traduce en una mayor producción de leche. “Usando esta tecnología se duplica el número de celos detectados y se dobla las probabilidades de fecundar”, añade Robayo.

 

Además, el uso de la tecnología en la cadena de producción de la industria láctea va más allá de la producción del líquido. Mediante sistemas de posicionamiento global (GPS) y sensores térmicos se pueden gestionar temas como las rutas más recomendadas para realizar la entrega del producto de forma más rápida, al tiempo que se controla la temperatura de la leche.

 

Tecnología para abejas

Uno de los ejemplos internacionales del uso de la tecnología en pro del agro y los alimentos es el que ha puesto en marcha el gobierno de Estados Unidos ante la acelerada desaparición de poblaciones de abejas, responsables de la polinización de múltiples cultivos alimenticios a nivel mundial.

 

La disminución de las poblaciones de abejas es atribuida en parte a la infestación por un ácaro que rápidamente puede limpiar colonias enteras. Para ello se ha desarrollado una tecnología que usando un dispositivo creado por la compañía Gemalto, monitorea 32 elementos específicos dentro de la colmena para identificar los factores que pueden desencadenar la propagación del ácaro. Luego se incrementa el calor dentro de la colmena a una temperatura que destruye los huevos de ácaros no fertilizados sin dañar a las abejas.

 

Mas ‘apps’ para el agro

Desde el Gobierno colombiano también se está impulsando el desarrollo de la industria TIC de la mano del agro. En el país hay más de una decena de aplicaciones que mejoran los ingresos para los productores y conectan las necesidades de oferta y demanda.

 

Como parte de esta iniciativa el Ministerio de las TIC y Colciencias lanzaron recientemente una convocatoria que con un presupuesto de 4.300 millones de pesos va a financiar 10 proyectos de soluciones TIC para el agro.

 

La convocatoria estará abierta hasta el 29 de octubre y se centra en líneas de trabajo como datos georreferenciados y geoespaciales, educación y sistemas de información de precios, entre otros.

 

“El Plan Vive Digital es para la gente y en ese sentido la población rural y campesina cobra vital importancia, por eso hemos creado la Iniciativa TIC y Agro, que no es algo diferente a llegar donde el campesino con soluciones tecnológicas basadas en Internet y que le permitan por ejemplo eliminar los intermediarios, analizar los precios de sus competidores, vender en otros mercados, formalizarse y organizarse, llevar la contabilidad de su negocio, entre muchas otras cosas que ayudan a mejorar la productividad y eficiencia de los negocios agrícolas”, agregó David Luna, ministro de las TIC.

 

Maquinaria inteligente

Las oportunidades derivadas del matrimonio entre la tecnología y el sector agropecuario han llevado a que gigantes del negocio de los datos concentren grandes esfuerzos hacia esta tendencia. Jair Cuervo, consultor de la empresa SAP, asegura que si bien en Latinoamérica la aplicación de tecnología al agro apenas está en sus inicios, hay ejemplos internacionales que se pueden reproducir en la región.

 

Uno de ellos es el del fabricante de maquinaria agrícola Deere & Company, que “usa internet de las cosas para controlar los procesos de crecimiento y definir eficientemente cuándo se debe recoger la cosecha o fumigar”.

 

Fuente: www.eltiempo.com