El novillo argentino se despertó de la siesta, volvió a la competencia internacional a partir de la liberación del tipo de cambio y de la quita de derechos de exportación.
El novillo argentino fue despertado de su siesta y puesto nuevamente en marcha. Hasta la primera quincena de diciembre el gordo argentino cotizó en US$ 2,10 ubicándose por encima de los demás socios del MERCOSUR. La hacienda en pie representa entre un 70% y 75% de los costos de la industria exportadora, por lo tanto, la exportación de carne se limitaba hasta entonces a los cortes frescos de mayor valor como el lomo, el cuadril y el bife angosto.
El escenario cambió a favor de la exportación a partir de la segunda mitad de diciembre. La quita del cepo al dólar, la eliminación de los derechos de exportación y de los registros de exportación (ROEs) reubicaron nuevamente a la Argentina en la competencia internacional.
Para el sector exportador de carne vacuna, el tipo de cambio respecto al dólar que era de $8,2 (descontando 15% de derechos de exportación) hasta diciembre, pasó de un día para otro a $ 13,4 , es decir que tuvo una mejora instantánea del 63%.
Para la primera quincena del 2016 los precios de la hacienda en pie en el mercado local se reacomodaron luego de las fuertes subas de fin año. Mayor oferta y menor demanda en vacaciones, presionaron los precios hacia la baja. El novillo volvió a cotizar en torno a los $ 21 de noviembre 2015, pero ahora con un dólar a $13,7, el precio del gordo descendió a US$ 1,66, lo que representa en dólares una baja de 21% con respecto a dicho mes.
A un mes de la liberación del mercado, si bien las medidas todavía no reflejan los resultados esperados en cuanto al nivel de exportaciones, a lo largo del año se verán volúmenes embarcados en crecimiento, siempre y cuando el tipo de cambio se mantenga competitivo y la ganadería comience a producir lo que el mercado internacional demanda: NOVILLOS.
Fuente: Revista Chacra
Huella Software