El campo que viene. Empresarios, funcionarios y gremialistas coincidieron en que se pueden multiplicar las exportaciones sin afectar al mercado interno.
“La Argentina puede aspirar a exportar un millón y medio de toneladas de carne en 2025, aumentando el stock ganadero a 58 millones de cabezas”. La frase, cuyos datos parecen un sueño, pueden ser una realidad concreta, indicó esta semana Gustavo Kahl, CEO del frigorífico JBS.
“La Argentina puede aspirar a exportar un millón y medio de toneladas de carne en 2025, aumentando el stock ganadero a 58 millones de cabezas”. La frase, cuyos datos parecen un sueño, pueden ser una realidad concreta, indicó esta semana Gustavo Kahl, CEO del frigorífico JBS.
El ejecutivo, junto a importantes referentes de la cadena de la carne, participó del seminario Carne 2030, organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en Buenos Aires.
Teniendo en cuenta que las exportaciones actuales rondan las 200.000 toneladas, el millón y medio que plantea Kahl suena ambicioso, pero el consenso general sobre la posibilidad de que crezcan las ventas al exterior que hubo entre los referentes hace pensar que es posible.
Gustavo Kahl, CEO del frigorífico JBS.
Los empresarios de toda la cadena de la carne, los funcionarios públicos y hasta los representantes gremiales coincidieron en que se puede hacer sin descuidar al fuerte mercado interno.
Las claves para lograr estos objetivos, según el presidente del INTA Amadeo Nicora, son dos: “Hay que elevar el peso de faena y mejorar la tasa de destete”. Estos fueron los mayores puntos de acuerdo entre los asistentes al seminario. “Tenemos el karma de no poder superar el promedio de 60 por ciento de destete. Tenemos que encarar este tema urgente para que crezca el stock”, remarcó Nicora.
Luego, el funcionario dijo que la demanda global de carne crecerá a mediano y largo plazo, y que esto representa una gran oportunidad para la Argentina. “Pero hoy estamos estancados en la producción”, advirtió. Y enumeró las estrategias para el aumento de la productividad y la competitividad con las que cuenta cada región ganadera, en las que el denominador común es la sanidad.
Amadeo Nicora, presidente del INTA.
Quien también puso el foco en la sanidad fue el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile. “Ese es uno de los principales desafíos de la actividad ganadera para los próximos años. Ya no hay más conflicto entre el campo y el Gobierno, pero los problemas subsisten”, reconoció.
Y luego se dirigió al anfitrión del evento, el presidente del Ipcva, Ulises Forte: “En estos cuatro meses de Gobierno hemos tomado decisiones de fondo: eliminamos las retenciones y modificamos el tipo de cambio. Ahora usted va a ser el primer presidente del Ipcva que realmente podrá promover las exportaciones de carne argentina en el mundo, que era el objetivo original del Instituto”.
Forte recogió el guante y afirmó que “la carne argentina mantiene su prestigio en el mundo”, pero remarcó que el mercado interno es fundamental. “Tenemos que aprender a complementarlos, y para eso hay que aumentar la eficiencia y la competitividad”, dijo en sintonía con Nicora.
Ulises Forte, presidente del IPCVA.
“Pero también hay mucho trabajo para hacer en la cadena, entre el productor y la góndola. Tenemos que terminar las discusiones de cuántos estándares sanitarios tenemos o si cortamos por res o media res”, agregó.
A propósito de la comercialización en el mercado interno, el jefe del departamento de Promoción Interna del Ipcva, Adrián Bifaretti, mostró algunos datos interesantes sobre la gran dispersión de los precios de los cortes en las carnicerías y los supermercados, y reflexionó: “Hay que pensar si con el actual sistema de comercialización de media res no se nos está escurriendo mucho valor”.
Forte, entonces, afirmó: “Creemos en los mercados, en la libre competencia, pero también sabemos que el mercado genera injusticias, que hay sectores que quedan afuera. Por eso es importante que haya un Estado activo en la creación de políticas”.
En representación de los trabajadores de la carne, actores fundamentales de la cadena, estuvo presente José Alberto Fantini, secretario general de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne, quien también se alineó con los objetivos planteados.
José Fantini, de la Federación Gremial.
“Yo estaba convencido de que al cerrar las exportaciones la gente iba a pagar la carne más barata. ¡Qué equivocado estaba!”, reconoció, y se ganó los aplausos del público.
Después recordó que los vaivenes que sufrió la actividad ganadera en los últimos años tuvieron un alto costo social. “Todos recuerdan que se perdieron 10 millones de cabezas, pero nadie dice que perdimos 16.000 trabajadores por el cierre de 152 frigoríficos. Ahora hay que acelerar la recuperación, no queremos perder más puestos de trabajo”, reclamó.
Y agregó: “El Gobierno tiene la obligación de terminar con la informalidad. Tenemos más de cuarenta plantas clandestinas en el país y nadie dice nada”.
En el aire del Hotel Hilton, que albergó el seminario, se percibió el optimismo de un sector que después de mucho tiempo cuenta con objetivos comunes, pero quedó claro que hay muchos desafíos.
Fuente: Revista Chacra
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